HANNAH ARENDT O EL AMOR MUNDI
En el universo de Arendt, el mundo ocupa el lugar del sol. Ese es el centro de su pensamiento, hacia donde se dirigen todas sus constelaciones conceptuales. Arendt pensó en llamar a la totalidad de su obra Amor Mundi y amar para ella significaba comprender, animarse a ver de cerca la trama de relaciones humanas que teje nuestro mundo. Aunque renegara del título, Arendt es la filósofa de la pluralidad, de la natalidad, de la acción. Todas categorías que ella misma construyó para erigir su universo, para pensar la política (que era lo que más le importaba) pero no la política partidaria, sino la verdadera política, la que nos hace humanos. En otras palabras, para Arendt la política es una forma de la amistad.
La vida de Arendt no es ningún misterio. Podemos incluso conocerla en la piel de la actriz alemana Barbara Sukowa, en el film que Margaret Von Trotta le dedicó en 2012. Ahí conocemos a una mujer fuerte, de carácter implacable, que se animó a ponerse en contra a todos sus colegas cuando en 1961, en su cobertura del juicio a Adolf Eichmann, escribió acerca del nazismo y la banalidad del mal, concepto que le valió muchas críticas y enemigos.
Dos momentos en la vida de Arendt |
![]() |
Aquí les dejo el link al trailer, por si no vieron la película: https://www.youtube.com/watch?v=MGLtbZNP_jM |
Arendt había llegado a Nueva York en mayo de 1941, acompañada por su madre y su marido. Unos años antes había emigrado a París con un grupo de refugiados alemanes de origen judío, entre quienes se encontraba su amigo Walter Benjamin (cuya obra impulsó hasta el final de sus días). En 1937 le habían retirado la ciudadanía alemana y durante muchos años se mantuvo apátrida. Esta condición marcó su pensamiento, la impulsó a preguntarse por los recovecos de la identidad, la acercó a otras mujeres judías y a las formas en que muchas tuvieron que reinventarse. Sus trabajos sobre la identidad personal, que Arendt llama identidad narrativa, son de una riqueza conceptual enorme y de una sensibilidad que aún merece un mayor reconocimiento.
Mis lecturas en verde. Siempre vuelvo a este libro. |
La condición humana, que publicó en 1958, es uno de sus principales libros. Ya solo pensar en la empresa que supone el título da cuenta de la grandeza de esta pensadora, quien reformuló la figura del héroe ya no como ese guerrero triunfante de la Grecia antigua sino como quien se anima a hacer oír su voz, irrumpiendo en la trama del mundo con su singularidad, con aquello que lo hace distinto (pero que nace de una capacidad que tenemos todos y por eso somos iguales).
Imagínense entonces lo que significó para mí leerla a los 17 años, que ingresaba al mundo de los adultos por la puerta de La condición humana y pensaba que entonces sí, que se podía hacer otra cosa con el pensamiento y la escritura, que la literatura no era un mundo aparte sino un testigo privilegiado de este mundo: el nuestro. Y que mejor me fuera olvidando de la medicina (carrera que iba a estudiar en aquél entonces) porque era claro que mi voz no iba a estar ahí.
![]() |
Hannah Arendt por Jill Krementz. Nueva York. 1972. |
Como cada vez que paso por acá, me quedo leyendo un rato, descubriendo miradas, personas, libros y cuentas de IG. Gracias por el paseo! (comento acá, pero podría haber sido en cualquiera de los post... todos lindos!)
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por tus lindas palabras, Flor! ¡Qué alegría que disfrutes el paseo! Abrazo enorme.
EliminarBrillante como siempre, Sofilinda. Me diste ganas de leer La condición humana.
ResponderEliminarGracias querida Lu. Es uno de esos libros que dejan huella. Abrazo inmenso.
Eliminar